Regular Show - El Sotano Secreto - Pt. 2

Los dias pasaron... y por sorpresa, Rigby notaba a Mordecai mucho mas relajado. Esperaba que siguiera furioso por lo de Margarita, pero aparentemente algo habría pasado, porque Mordecai estaba como de vuelta en su antiguo ser. Era el mismo ave que le gustaba haraganear y jugar videojuegos.

En otra situación, a Rigby no le habría importado... pero esta vez, estaba legítimamente preocupado por lo que podría pasarle a Mordecai por perder a Margarita... y esa normalidad, hacía recelar al mapache. Había visto en la televisión, que la normalidad precedía a un violento cambio... y ahora mas que nada eso le preocupaba.

Supo entonces que la única forma de que no pase nada, era que Mordecai piense menos en Margarita.

- Oye Rigby... vamos a tomar café a la cafetería...

- ¡Ni hablar, Mordecai! - dijo Rigby - Mejor prueba el Jugo-Rig...

- No pienso probar esa porquería...

- ¡Vamos, seguro quieres volver a Margarita...!

Rigby hizo silencio. Eso que había dicho era pasarse... esperó una respuesta exagerada de Mordecai... seguramente se llevaría un golpe... y bien merecido además. Cerró los ojos y entonces...

- Eso ya no importa Rigby... - dijo Mordecai - No tiene sentido preocuparme por ella ahora... ya es algo pasado... ahora debo concentrarme en lo que tengo...

Rigby sintió por primera vez algo de culpa por su actitud. Se levantó y se golpeó el mismo en el rostro.

- ¿¡Pero que haces, Rigby?!

- No debí haber dicho eso... pero no quiero... que vuelvas a sufrir...

- No pasa nada mapache... te lo demostraré...

(Cafetería)

Al igual que la otra ocasión, Eileen estaba sirviendo los cafés al grupo. Rigby al verla supo que su actitud anterior tampoco era la mejor.

- Oye Eileen... - dijo Rigby.

- ¿Qué quieres? - le contestó ella.

- Quiero decirte que... lamento lo que dije el otro día... no debí decirlo... perdóname.

Eileen abrió los ojos como platos...  ¿Rigby disculpándose?

- Si... claro, no pasa nada...

Mientras seguía comiendo, Rigby notó algo raro. No estaba Margarita. Al comienzo no le importó, pero le sorprendía... o tal vez le molestaba la posibilidad que ella siguiese con su novio echándole tierra a Mordecai. Se levantó y dijo:

- Oye Eileen , podrías acompañarme un momento...

- Oye mapache, para que...

- ¡Vuelvo enseguida, Mordecai! - dijo entrando a la cocina y tras él, Eileen.

Rigby cerró la puerta tras él y entonces empezó:

- Oye Eileen... ¿Que ha sido de Margarita?

- Ahora que lo preguntas... ella no ha venido desde ayer a la cafetería... es tan terrible porque ahora hago doble trabajo y...

La cola de Rigby se erizó un poco al oír esa respuesta. ¿No estaba Margarita? Entonces recordó el sótano con candado y Mordecai saliendo de él. No, eso tenía que ser un bloqueo de esas salchichas caníbales. El mapache sacudió su cabeza... de seguro eran invenciones suyas, asi que intentó olvidarlo.

- Seguro debe estar tonteando con el novio...

- ¡Rigby!

- Aún no puedo perdonarle que hiciera sufrir a Mordecai... - le respondió Rigby.

- Entiendo que te preocupes por tu amigo pero...

- Ya no importa... - le respondió el mapache - Mordecai ya se encuentra mejor...

Y salió de la cocina, a volver a sentarse en la barra con su amigo. Durante el rato que estuvieron terminando lo que ordenaron, ya no dijeron nada. Al acabar, fue Rigby el que habló.

- Esta bueno... - dijo el mapache - Adiós, Eileen...

Y se fueron rápidamente de ahí.

- Oye mapache... ¿Que hablabas con Eileen?

- Ahh esto... yo... Mordecai... hablabamos de que le debía dinero... jejeee...

- Ooohh... con que era eso...

(Casa de Mordecai y Rigby)

Habían llegado y habian pasado una noche de videojuegos genial. Pero Rigby aún tenía curiosidad por lo que había en ese congelador... y supo que tenía que entrar de algún modo. Se dirigió...hacia la entrada y empezó a tirar de la cadena, esperando romper la madera. Pero en ese momento...

- ¿Qué haces, mapache?

- Yo... nada... solo estaba jugando...

- Verás... he escrito una nueva regla... ¡Prohibido entrar al congelador!

- ¡No es justo, Mordecai! ¿Qué guardas ahí?

- ¡Eso no te incumbe! ¿O acaso quieres ser demasiado curioso?

- ¡Esto no me gusta! ¡Dime que hay en el Congelador!

Mordecai hizo silencio un momento.

- Pues... todo lo que me recuerda a Margarita... ¿Quieres verlo por ti mismo? ¿¡Quieres que recuerde todo eso?!

De nuevo Rigby sintió el peso de la culpa sobre él. Nunca querría hacerle daño a su compañero... así que supo que lo mejor era dejarlo pasar todo.

- No, no te preocupes Mordecai... ya no tengo curiosidad... lo siento...

- Gracias, Rigby... ahora creo que debemos ir a dormir. Mañana viene Skips a arreglar algunas cosas de la casa...

- Creo que si... disculpa por todo, Mordecai...

- Dije que no te preocupes...

(2 días después)

Lo cierto fue que al día siguiente, Skips vino y arregló algunos problemas en el ático, pero lo que a Rigby le preocupó mucho fue una conversación que logró oir:

- Bueno chicos, ya les dije que tengo que abrir el sótano para arreglar algunas cosas...

- No Skips... eso ya lo hemos discutido... no vamos a abrir el sótano.

- ¡A ver, a ver! ¿Que pasa aquí? - decía un malhumorado Benson.

- Mordecai no quiere abrir el sótano...

- Mordecai - le decía Benson - Tienes que abrir el sótano...

- Bueno... como ustedes digan... pero primero iremos yo y Benson y luego te llamaremos... - dijo Mordecai - ¡Oye Rigby! ¿No quieres comprarme unas Radicolas para todos?

- Claro... voy para allá...

Pero lo sorpresivo fue que cuando el mapache regresó, nadie se tomó las radicolas:

- Bueno Skips... Benson dice que el cerrojo está trabado en el sótano... ¿Porqué no vienes mejor mañana? - le decía Mordecai.

- ¿Y donde está Benson?

- Fue a buscar a un cerrajero...

- Bueno, en ese caso los veo mañana...

Esa conversación le extrañaba, porque esa mañana no había oido ni de Benson ni de Skips... ni tampoco de Papaleta. Se preocupó y tomó el teléfono para llamar a Skips.

"El número marcado se encuentra sin contestar. Deje su mensaje después de la señal..."

A Rigby le sorprendió eso. Marcó al celular de Benson y...

"El número marcado se encuentra sin contestar. Deje su mensaje después de la señal..."

Rigby aunque tonto, empezó a entender que algo malo estaba pasando... así que se tragó su orgullo y decidió consultarlo con alguien a quien odiaba mucho...

- ¿Hola, eres tú Don?

- ¿¡Rigbone?! Eres tú... ¿No quieres darme un poco de azucar?

- Te daré todo el azúcar que quieras... - le dijo gruñón - Pero ayúdame... creo que algo tiene muy mala pinta.